El muro uruguayo

Luego de la muerte del cabo Wilson Coronel en manos de un delincuente, el Senado realizó un minuto de silencio en señal de respeto. La senadora Constanza Moreira no lo votó pues no se encontraba en el recinto. Alguien publicó que la senadora había votado en contra, acto seguido las redes sociales se llenaron de mensajes que descargaban su furia sobre ella. Minutos más tarde, Constanza explicó vía twitter lo que había sucedido. Pedro Bordaberry, quien se encuentra en las antípodas de su pensamiento, confirmó la versión.

Un par de días después, tras el procesamiento con prisión del dueño de la casa de salud de Río Branco en la que los ancianos se encontraban en condiciones lamentables, se viralizó el siguiente anuncio:

Está de más decir que fue un hit. Las víctimas de los mensajes contra Constanza pasaron a ser victimarios. Y viceversa.

El problema es que estaban equivocados de nuevo. Cualquier ciudadano con un poco de voluntad puede verificar en  la página de la Corte Electoral que es falso.
El candidato a alcalde en 2015 fue Marcos López y no Marcelo López. Por eso los medios no lo mencionaron, porque no era cierto.

Desalmados de un lado, explotadores del otro. Sendas tribunas festejan y se regocijan ante las mentiras ajenas. Ninguno escucha a los que están del otro lado del muro. Está claro que no es un muro físico sino uno mental.

En el medio, sentados con los pies colgando, los que indagamos y cuestionamos la información, los que estamos cada vez más hartos de las mentiras.

Lamentablemente somos cada vez menos. 

Dualidad de criterios

Un grupo de madres brinda una charla a jóvenes de entre 17 y 19 años en un liceo público de la ciudad de Salto, en la misma enuncian que el aborto es un asesinato y exhiben un video donde una mujer, arrepentida de haberse efectuado uno, hace referencias religiosas. Se entregan folletos y fetos de yeso.  La directora autoriza y presencia la charla. Se equivoca.
Una diputada oficialista se entera y denuncia. Indignación generalizada. Los estudiantes se manifiestan en la puerta del liceo. Buena oportunidad para protestar contra quien les exigía ir de uniforme. 

La ministra de Educación y Cultura, María Julia Muñoz, viaja a Salto a interiorizarse de la situación. La directora es separada del cargo por seis meses con la retención del 50% de su salario mientras se realiza la investigación. La ministra alega que “mientras se investiga, no es aconsejable en ningún lugar del Estado que la persona permanezca en el cargo”. En la investigación van a consultar a profesores, adscriptos y alumnos que mantienen un vínculo con la directora. Lógica pura.

Casi en simultáneo, a 500 kilómetros de Salto, en el hospital público Saint Bois de la ciudad de Montevideo, descubren que se les estaba suministrando a 250 niños un remedio para adultos. Las concentraciones de este medicamento -vitamina D- son muy elevadas. Estimaciones primarias indican que serían alrededor de 20 [1] veces mayores. Para peor se toma todos los días. Cuatro niños internados, algunos con depósitos de calcio en los riñones. Se trata de Mulsiferol 600.000 UI cuando debía haberse suministrado Mulsi D3 gotas. Dado que los niños son indicados con solo 400 UI por día, es imposible administrar una dosis pediátrica con el remedio para adultos sin diluir el contenido, por tanto es claro que el error estuvo: en la receta o en la farmacia que otorgó uno por otro.  Simple.

Un diputado opositor pidió explicaciones al MSP y ASSE. Autoridades del MSP informaron que la investigación está en curso. Nadie fue separado del cargo, no hubo manifestaciones públicas, algún padre se quejó en Facebook, otro se congratuló de no haberle dado nada. 

El razonamiento de la ministra Muñoz en Salto respecto a que no es aconsejable que la persona siga en funciones durante la investigación,   ¿no se aplica también para el Saint Bois?

[1]: La dosis habitual es 400 UI por día, el Mulsiferol 600.000 UI tiene 60.000 UI por ml. Si consideramos 1 ml = 50 gotas (pues es vitamina d y no agua), la dosis aproximada que recibían los niños es de 9600 UI diarios, 24 veces más.